Desarrollamos un nuevo modelo, que llamamos Insight, como respuesta a los cambios que han tenido las empresas, los trabajadores, la sociedad en general, y que se aceleraron dramáticamente con la pandemia. La comunicación interna debe ser tratada como cualquier otro elemento estratégico de una empresa y debe estar alineada con los objetivos de la organización, contribuir a maximizar beneficios, ser medible, entre otros atributos.

Cada vez existen más exigencias de participación ciudadana para la aprobación de proyectos, en especial los inmobiliarios; pero además se exige a las empresas un relacionamiento con las comunidades en que están insertas que cada vez tiene objetivos más amplios.

Se trata de un producto que es, más bien, un proceso continuo de mediación entre una empresa y las organizaciones con que se rodea, para acotar expectativas pero también aprovechar los frutos de esos vínculos en el largo plazo.

Frente a este nuevo mundo que estamos viviendo, es necesario diseñar estrategias comunicacionales que permitan sacar partido a los esfuerzos (tiempo y dinero) que una empresa está haciendo en el mundo digital.

Lo que se requiere entonces son estrategias digitales cuya principal misión es la publicación y viralización de contenidos de calidad para las ya saturadas redes sociales.

Cada vez tenemos más dispositivos para comunicarnos, pero la calidad de esa comunicación es progresivamente más mala e ineficiente. Esto radica, en muchos casos, en limitadas habilidades de comunicación oral y escrita, pero que pueden mejorarse mediante capacitaciones en habilidades comunicacionales como: taller de vocería, taller mapeo de stakeholders, training para discursos o para hablar en público, manejo de entrevistas, entre otros.